Dr. Cesar Milstein

Nació el 8 de octubre de 1927 en la ciudad de Bahía Blanca, donde permaneció hasta 1945. Estudió en la Universidad de Buenos Aires graduándose de Químico en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, a los 25 años de edad, y cuatro años más tarde, en 1956, recibió su doctorado en Química y un premio especial por parte de la Sociedad Bioquímica Argentina; obtuvo su primer doctorado como biólogo celular, por su tesis sobre enzimas.

En 1960 obtiene su segundo doctorado en la Universidad de Cambridge, trabajando bajo la dirección del bioquímico molecular Frederick Sanger.

Un año despues regresa a la Argentina para hacerse cargo de la División de Biología Molecular del Instituto Nacional de Microbiología. Luego de tan solo un año en el cargo, regresar a Inglaterra tras el golpe militar de 1962 que depone a A. Frondizi.

Estando en Cambridge a los 36 años, formo parte del Laboratorio de Biología Molecular y trabajó en el estudio de las inmunoglobinas, adelantando el entendimiento acerca del proceso por el cual la sangre produce anticuerpos (las proteínas encargadas de combatir a la presencia de cuerpos extraños o antígenos). Junto a G. Kolher desarrolló una técnica para crear anticuerpos con idéntica estructura química, que denominó anticuerpos monoclonales.

El Premio Nobel en Medicina de 1984, el argentino nacionalizado británico César Milstein, falleció anoche en Cambridge, Inglaterra, víctima de una afección cardíaca, a los 75 años. La noticia fue confirmada anoche a Clarín por su hermano Ernesto.

Milstein se formó profesionalmente en la Argentina y se perfeccionó en Inglaterra. Su vida fue un reflejo, un ejemplo apenas, de lo que le pasa a centenares de científicos argentinos que comienzan su educación en nuestro país y que luego deben emigrar por falta de un trabajo acorde a sus expectativas. Y que en ese paso de su vida son reconocidos y premiados por su dedicación y sus avances.

Fue distinguido en 1984 con el Premio Nobel de Medicina junto a los científicos Niels Jerne (británico) y George Kholer (alemán) por sus trabajos para perfeccionar el sistema de defensa inmunológico con el que naturalmente cuentan los seres humanos. Un trabajo por el que los especialistas aseguran hay un antes y un después en la Ciencia y en la investigación. Milstein comparte el honor de ser Premio Nobel en Argentina sólo con otros dos científicos argentinos: Bernardo Houssay y Luis Federico Leloir.

El Premio Nobel lo recibió por una investigación que hoy permite, entre otras cosas, que los test de embarazos se hayan transformado en análisis rápidos y caseros. Pero esos descubrimientos que dieron lugar a negocios millonarios a él no le significaron ni siquiera un peso. Este hallazgo produjo una revolución en el proceso de reconocimiento y lectura de las células y de moléculas extrañas al sistema inmunológico.

Sus colegas se referían a él como "un caso para estimular las vocaciones de la gente que se dedica a estudiar problemas complejos con una retribución que muchas veces apenas alcanza para subsistir".

Era un biólogo marino al que muchos colegas definían como obsesivo y meticuloso. Nació en Bahía Blanca el 8 de octubre de 1927 y estaba casado con Celia Prilleltensky. En una entrevista concedida a la Revista Viva de Clarín, declaró ante la pregunta de por qué no había tenido hijos: "Hubieran sido un problema. Es una cuestión de personalidad. Para mí, la vida científica es muy absorbente, me gusta demasiado y hay una necesidad de sentirse libre para hacer lo que uno quiere".

Caminar y andar en bicicleta eran sus pasatiempos favoritos, así como la buena comida y los buenos vinos. Para explicar cuál fue el motivo por el que volcó su vida a la ciencia, Milstein decía: "Tenía 11 años y mi madre me regaló el libro Los cazadores de microbios, escrito por Paul De Kruiff y poblado de historias de grandes microbiólogos. Ese libro me dejó convencido de que eso era lo que yo quería hacer. Fue fantástico. Y con el tiempo encontré a varios científicos que lo habían leído".

Después de terminar sus estudios secundarios en la Escuela Nacional de Bahía Blanca, se instaló en Buenos Aires para estudiar Química en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Tras doctorarse, trabajó como investigador en el Instituto Nacional de Microbiología de Buenos Aires. Pero en 1963 el gobierno cívico militar que depuso a Arturo Frondizi el año anterior intervino el Instituto Malbrán y desmanteló el laboratorio de Biología Molecular en el que Milstein se desempeñaba. Así, no tuvo otra alternativa que dejar el país. Llegó al laboratorio molecular de la Universidad de Cambridge, bajo la supervisión de George Kobler, también Premio Nobel.

Ya en 1975, junto a Kobler, descubrió un decisivo método para obtener líneas celulares productoras de anticuerpos específicos. En 1983 fue nombrado como jefe y director de la División Química de Proteínas y Acidos Nucleicos de la Universidad de Cambridge. En 1987 -en una de sus visitas a la Argentina, que se repetían con asiduidad- fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Bahía Blanca y recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional del Sur.

Nunca dejó de venir a la Argentina y siempre brindaba diferentes conferencias de prensa y charlas. También colaboró en muchos proyectos con el Estado. En 1991, por ejemplo, apoyó técnicamente, junto a su equipo de la Universidad de Cambridge, una campaña que contemplaba la realización de análisis de detección del virus del HIV.

Milstein declaró varias veces que no creía en un rápido descubrimiento de una vacuna que curara el SIDA y por eso dedicó sus últimos años a la investigación de esta enfermedad.

Siempre fue mostrado como el ejemplo del "argentino exitoso". El decía: "Los argentinos tiene una potencialidad muy particular, muy rica. A cualquier argentino que va al exterior generalmente le va muy bien. Hablo de material humano excelente. Siempre me ponen a mí de ejemplo porque soy Premio Nobel. Por eso no entiendo por qué no arrancamos. La Argentina me da mucha tristeza, es un país inestable, imprevisible. Y creo que no hay ni habrá ningún médico que cure el mal argentino. O lo curan los argentinos, o no se cura nada".

Anoche murió César Milstein. Argentina, ese país que pareció no darle lugar para que viva y crezca, Gran Bretaña y el mundo lo extrañarán.