Prof. Física Guido beck

Guido Beck perteneció a la generación de físicos que en los años ’20 participó en la gran revolución en la física teórica de este siglo.

Nació el 29 de agosto de 1903 en Liberec, ciudad checa que pertenecía entonces al imperio Austro-húngaro. Einstein y la Teoría de Relatividad ejercieron gran influencia en su formación y en el comienzo de su carrera científica: su interés por la física nació durante sus estudios secundarios leyendo un libro de divulgación escrito por Einstein sobre su propia teoría.

A partir de 1921 cursó sus estudios en la Universidad de Viena, en ese momento uno de los centros más importantes de investigaciones en física. En 1925 se publicó su trabajo de tesis sobre la teoría de los campos gravitatorios. Durante la década siguiente publicó trabajos sobre el efecto Compton, la relatividad general, las ondas electromagnéticas, el efecto fotoeléctrico, el problema de la fricción en la mecánica cuántica y la clasificación de los isótopos. Con el trabajo realizado sobre este último tema contribuyó en la década de 1930 a la aceptación por parte de la comunidad científica de los conceptos que llevarían al modelo de capas del núcleo atómico.

Hasta 1934, Beck trabajó en Europa: Berna, donde conoció a Einstein; Viena; Leipzig; Copenhague y Praga. En esta Universidad desarrolló con su alumno Kurt Sitte la teoría de la desintegración beta, un tipo de desintegración radioactiva, que explicó los resultados experimentales de la época antes de que se formulara la hipótesis del neutrino.

De Europa partió a los Estados Unidos donde dirigió al físico E. Horsley en un trabajo que explicaba el comportamiento de las secciones eficaces de los neutrones lentos en función de la velocidad, determinado experimentalmente por Enrico Fermi. Este trabajo fue confirmado sucesivamente por contribuciones teóricas de Fermi, Perrin, Elsasser y Bethe. En la misma época, Beck propuso utilizar el modelo de cajas por el núcleo atómico a fin de explicar la dispersión anómales de la partición nucleares por núcleos livianos.

El año 1935 lo sorprendió en la entonces URSS, donde enseñó física teórica y formó investigadores. Regresó a Europa occidental en 1938 y trabajó en Francia con P. Havas. De esta época es su investigación sobre las propiedades de los fragmentos resultantes de la fisión del uranio y también su trabajo con J. Pirenne sobre la estructura del sistema electrón-positrón.

Durante la Segunda Guerra Mundial, se refugió en Portugal donde permaneció algo más de un año enseñando en Lisboa, Coimbra y Oporto, y finalmente viajó a la Argentina -adonde llegó en 1943- invitado por Enrique Gaviola, para trabajar como investigador en física teórica en el Observatorio Astronómico de Córdoba. Desde entonces y en diferentes épocas reunió allí a estudiantes de doctorado como Mario Bunge, Estrella Mathov, José Balseiro, Fidel Alsina, Damián Canals Frau, Cecilia Mossin Kotin, Augusto Batigg y Ernesto Sábato. Con estos jóvenes de entonces, a los que llamaba "mis chicos", inició la primer actividad importante del país en el campo de la física teórica. Estos trabajos son quizá el estudio de las fluctuaciones de paquetes de fotones y una descripción de campos cuánticos de radiación que anticipó desarrollos posteriores en la teoría de los láseres.

Un año después Guido Beck y un grupo de 25 investigadores argentinos fundaron la Asociación Física Argentina, primera sociedad científica latinoamericana en el área de esta disciplina.

En 1951 partió hacia Brasil, donde ya había estado en años anteriores por breves períodos. Allí trabajó diez años en el Centro Brasileño de Pesquisas Físicas (CBPF) y por dos años en el Instituto de Física de la Universidad de San Pablo.

Pero regresó a la Argentina en 1963 para continuar la dirección de trabajos que quedaron inconclusos por la temprana muerte de su discípulo José A. Balseiro. La actividad de Beck fue esencial para consolidar el Instituto de Física Bariloche -luego Instituto Balseiro- cuya situación era crítica tras la muerte de su creador. Allí dirigió trabajos y dictó clases regulares de mecánica cuántica, electromagnetismo, teoría cuántica de la radiación y mecánica estadística.

Regresó a Brasil en 1975 y colaboró allí en la reconstrucción del Instituto de Física de la Universidad General de Río de Janeiro (UFRJ) y del CBPF.

Guido Beck, quien nunca perdió de vista la dimensión humana de su labor, murió en Río de Janeiro, víctima de un accidente automovilístico, el 21 de octubre de 1988.